MILOS, LA CASA DE VENUS

En el archipiélago de las cicladas en el mar Egeo se encuentra la isla Milos, verdadero capricho de la geología que nos deslumbra con sus paisajes volcánicos entre aguas turquesas.

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Es el destino perfecto para todos los amantes de las playas, algunas de las más hermosas del mundo en medio de un paisaje casi virgen, gracias a que la isla ha pasado casi desapercibida en relación a sus vecinas Mikonos o Santorini.

Milos tiene todo el encanto mediterráneo y más: 15 pintorescos pueblos, 75 hermosas playas, paisajes alucinantes, museos, puertos, atardeceres de ensueño, gente encantadora y por supuesto buena gastronomía.

Las condiciones climáticas que ofrece la isla son perfectas para participar en deportes acuáticos, desde windsurf o wakeboard en la bahía de Milos, jet ski y otros deportes en la playa de Paliochori, para bucear y hacer snorkel se puede arrendar equipo en el pueblo de Pollonia.

El pueblo de Adamas es uno de los centros urbanos más populares de Milos y con la mayor concentración de negocios en la isla. A su puerto llegan los ferries desde Atenas y salen todas las excursiones en velero o catamarán.

Famosa por la particularidad de su apariencia, Sarakiniko es considerada una de las playas más hermosas de Milos. Su belleza lunar no sólo contrasta con la belleza de todo el resto de playas de la isla, sino también de todas las playas del mundo. Sus rocas blancas e impolutas también esconden grutas y cuevas submarinas que puedes explorar, además de acantilados desde los que, si te atreves, puedes saltar al mar o simplemente apreciar el paisaje.

Plaka, la capital de Milos, reúne algunos de los vestigios del pasado más importantes de la isla, cuyos orígenes se encuentran en la mitología griega. En el Museo Arqueológico de Milos se puede contemplar una réplica de la Venus encontrada en el siglo XIX. La escultura hecha en mármol blanco, es una de las más representativas del período helenístico y una de las más famosas de la antigua Grecia, fue desenterrada y vendida por un campesino a Francia entre 1819 y 1820. Hoy se encuentra en el Museo de Louvre en París.